viernes, 2 de marzo de 2012

Aún cuando no creía en milagros, apareciste tú, devolviéndome las esperanzas y robandome el aliento con uno de tus besos.
Me tomaste en tus brazos y desvanecí. Me deshice en tu abrazo y descansé en el paraíso oculto de tu mirada.
Ahora sé que tengo a alguien, una luz que no ha cesado de alumbrar mis pensamientos, alguien que ha llegado distante y se ha quedado aquí, junto a mí, un ser caído...

Eres un ángel, eres mi ángel...